Los maestros de inicial , a diferencia de otros niveles, no separan el cuerpo del espíritu, ni el juego del trabajo, ni la autoridad del afecto. Hay gozo y hay libertad en su método de enseñanza.
"Trabajamos, aunque parezca que jugamos..." así definió Rosarito Vera Peñaloza la estrategia pedagógica para los maestros de este nivel.
Es que en ese aparente juego de la sala , tienen la oportunidad de educar a los niños en forma integral y prepararlos para afrontar la vida.
A los que enseñan jugando con masa, cuentos, canciones, crayones y pinceles…
A los que cuidan la etapa más frágil y fructífera de la infancia, sembrando esperanzas,
les deseo un ¡Muy feliz día!
A veces pienso si hubiera elegido otro camino,
sin delantal de colores, sin alboroto de niños.
Mi vida sin plastilina, sin cartulinas brillantes,
rodeada de otros matices, ¡Una vida sin disfraces!
¿Cómo sería yo, entonces, sin “rincones”
y sin bloques, sin saber contar un cuento, sin atar tantos cordones?
¿Podría entender los sueños, creería en la fantasía?
¿Sabría al mismo tiempo “sonar narices” y hacer caricias?
¿Podría aprender un juego sentada sobre la alfombra?,
¿Levantaría castillos?, ¿Sabría hacer una ronda?
Esta es mi vida, señores, la vida que yo elegí,
un mundo maravilloso donde todo es compartir.
Y estas dos manos que tengo,
que a veces parecen tantas,
son “actrices”, “bailarinas”, “titiriteras” y “curananas”.
Mi mundo está en el jardín,
la sala es mi universo
¡Y los nenes y nenas que la pueblan, la razón de lo que siento!
Cecilia Rogier y Chacho Marceillac